La entrevista laboral consiste en una discusión entre un empleador y vos para descubrir si podés realizar un trabajo.
Sin embargo, hay ciertas reglas y convenciones para seguir en las entrevistas. Aquí te proponemos una lista con algunos consejos que podés seguir. ¿Qué debemos hacer?
• Vestite bien. Tenés que lucir prolijo. También tenés que sonar seguro y hablar de forma clara e inteligente. No te olvides que sólo un 7% de la opinión que el entrevistador tiene sobre vos se forma sobre lo que dices, el resto se juzga por cómo lucís, actuás y sonás.
• Informate de antemano dónde queda ubicado el lugar de la entrevista, cómo llegar al mismo y cuánto tiempo te lleva.
• Prepara lo que vas a usar la noche anterior.
• Examiná el tipo de persona que están buscando y pensá en qué preguntas te podrían hacer.
• Prepara respuestas para las principales preguntas, como por ejemplo por qué querés el trabajo, por qué te considerás la persona idónea para hacerlo, cuáles son tus fortalezas y cuáles tus debilidades, etc etc. Hacete tres o cuatro puntos por cada respuesta, para demostrar que no basás tus respuestas en una sola razón.
• Podés dar ejemplos reales sobre ciertas aptitudes o habilidades que tienes, ya que sólo decir que sabes hacer algo puede que no alcance.
• Tomate tu tiempo al responder cada pregunta. Asegurate que entendiste la pregunta y tomate tu tiempo para pensar si es necesario.
• Vendete a vos mismo, vendé tus virtudes, porque nadie más va a hacerlo mejor que vos. Trata de ser positivo sobre tu propia capacidad y experiencia.
• Prepará algunas preguntas para el final, servirán como oportunidad para conocer más sobre tu rol en la compañía y para demostrar que estás realmente interesado en el empleo. Pero no preguntes sobre el sueldo, al menos que el entrevistador saque el tema.
• Si se discute el salario, tenés que haberte informado previamente sobre el sueldo promedio para tu profesión y experiencia, y comenzá mencionando un monto un poquito más alto.
• Llevá la entrevista con respeto y dale a la otra persona toda tu atención. De más está decir que apagues el celular.
• No llegues tarde.
• No digas malas palabras ni palabras demasiado informales.
• No te encorves en la silla ni te pongas en ninguna posición que te haga lucir desinteresado.
• No fumes.
• No mientas. El empleador se dará cuenta. Incluso si te dan el trabajo, tu jefe podría despedirte si descubre que mentiste en la entrevista.
• No dejes que los nervios te ganen. Un poco de nervios es normal pero sin son en extremo afectarán tu desenvolvimiento en la entrevista. Usá técnicas de respiración y tratá de recordar que no es una situación de vida o muerte, sino que hay muchos trabajos más esperándote por ahí.
• No seas arrogante ni asumas que ya tenés el trabajo. Esto hará que parezcas irrespetuoso y demasiado confiado.
• No discutas sobre temas controversiales, como la política o la religión.
• No leas datos de tu CV. Tendrías que estar lo suficientemente familiarizado ya con tu propia historia laboral como para hablar de la misma espontáneamente.
• No critiques jefes o compañeros anteriores ya que el entrevistador te catalogará como chismoso y problemático.
• No confrontes con el entrevistador, no importa el tema. Recordá siempre mantener un tono positivo.
Estas reglas se aplican para la mayoría de los empleos. Sin embargo, los empleadores de algunas áreas pueden usar técnicas más relajadas e informales para entrevistas. En algunos campos creativos, como el diseño o la publicidad, se espera que vayas a la entrevista con ropa informal ya que así se visten en la oficina. Si tenés alguna duda, podés buscar en la web técnicas o ejemplos de entrevistas de acuerdo a tu profesión. Después de todo, la preparación es la clave para desenvolverse bien en las entrevistas. ¿O no?